Al intervenir en el debate de alto nivel de la 77 Asamblea General de la ONU, Miqati afirmó la adhesión absoluta del país a la soberanía, derechos y riquezas en sus aguas territoriales y zona económica exclusiva.
El jefe del gobierno en funciones informó del progreso en las negociaciones indirectas con Israel, bajo el auspicio del organismo multilateral y con la mediación de Estados Unidos.
Miqati agregó que la importancia para Líbano de una solución final está determinada a proteger los intereses nacionales, el bienestar del pueblo y la posibilidad de invertir en sus recursos naturales.
Durante su presentación, el primer ministro destacó el prometedor mercado energético del Mediterráneo oriental y la prosperidad de las economías de los países de la región.
Al abordar la crisis nacional, Miqati reconoció que la mayoría de los libaneses viven por debajo del umbral de la pobreza y el país enfrenta la emigración de muchas fuerzas jóvenes y prometedoras.
El colapso de la libra libanesa a su nivel más bajo, los cierres generales impuestos por la Covid-19, la tragedia de la explosión del Puerto de Beirut y las consecuencias de los refugiados complejizaron la respuesta económica y política en los últimos tres años, puntualizó.
Miqati mencionó la disposición de continuar con todas las reformas legislativas y administrativas necesarias para impulsar el acuerdo de ayuda con el Fondo Monetario Internacional.
En el contexto internacional, el jefe del gabinete libanés agradeció a los amigos del mundo por la asistencia, en especial a los miembros de la Liga de los Estados Árabes.
También reconoció la contribución de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas y el apego a la Resolución 1701 para mantener la estabilidad en el sur de Líbano.
Miqati enfatizó en que la cuestión palestina constituye el principal problema que obstaculiza el logro de la paz en Medio Oriente y, en ese sentido, llamó a lograr un Estado soberano e independiente con Jerusalén como capital.
Al margen de su participación en Naciones Unidas, Miqati intercambió opiniones en las últimas horas con los presidentes de Irán, Ebrahim Raisi, y de Türkiye, Recep Tayyip Erdogan, así como con su homólogo iraquí, Mustafa Al-Kadhimi, y el Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi.
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