Así reza un análisis sobre la evolución de la actividad económica luego del último informe de Cuentas Nacionales elaborado por el Banco Central (BCU) correspondiente al segundo semestre del año.
El instituo señala que el problema «se ubica no tanto en el desempeño de la economía en términos macro, sino en la modalidad del crecimiento y fundamentalmente en la distribución de sus frutos, donde se pueden visualizar claros ganadores y perdedores”.
Reconoce datos macros que hablan de una recuperación de la mano del Gobierno, pero menciona la coexistencia de visiones muy diferentes sobre la marcha económica.
«Por un lado, la de quienes se han beneficiado claramente del proceso de recuperación; y por otro, la de las grandes mayorías, que vieron disminuido su nivel de bienestar económico y se les hace cada vez más largo el retorno a los niveles anteriores”.
En su análisis marcó para este año un crecimiento medio del entorno del 4,7 por ciento, una tasa algo por encima de la de 2021.
Acota que en el plano distributivo se observará una nueva disminución del peso de la masa salarial.
En tal sentido comparó que la economía está un 3,8 por ciento por encima del nivel prepandemia, a la vez que la masa salarial se ubica entre un 2,5 y un tres por ciento por debajo del nivel de 2019.
Por tanto, señaló que los ingresos por el trabajo se encuentran alejados de los niveles de 2019 y “no es esperable una rápida recuperación, en particular en el caso de los ingresos de los trabajadores asalariados”.
El Instituto Cuesta Duarte concluye que la evolución de la economía y los ingresos por salarios durante la crisis pandémica y su recuperación no afectó a todos los sectores ni a todas las personas por igual; «otros todavía están por debajo».
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