En conferencia de prensa en esta capital, a pocos minutos de su regreso de la sede de Naciones Unidas en Nueva York, Raisi aseguró que los enemigos de la nación no lograron silenciar la voz de Irán.
“Creo que los enemigos no lograron materializar su deseo”, apuntó y explicó su exigencia para la eliminación de todas las sanciones y el fin del doble rasero con respecto a los derechos humanos.
Además, ratificó los puntos de vista de Irán ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, y recordó las reuniones que mantuvo en Nueva York, donde llamó a evitar el unilateralismo y el doble estándar respecto al terrorismo, los derechos humanos y el tema nuclear.
“Es necesario que la Organización de las Naciones Unidas juegue un papel más serio contra el comportamiento unilateral”, dijo Raisi durante un encuentro esta semana con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Insistió en que la ONU debe ser la voz de las naciones y no una plataforma al servicio de las potencias hegemónicas,
Igualmente, debe ser la solución a las crisis que se viven en algunos países de la región y debe pasar por “un diálogo nacional sin la injerencia extranjera”, agregó.
En otros temas, Raisi elogió las marchas de los iraníes, este viernes, para condenar los recientes disturbios en el país, y destacó que la presencia masiva del pueblo “frustró los planes de los enemigos”.
Coincidiendo con su viaje a la ONU, en Irán se produjeron una serie de protestas protagonizadas por ciudadanos que el jefe de Estado tachó de alborotadores y dijo que se aprovecharon como pretexto de la muerte de la joven Mahsa Amini, de 22 años.
Amini perdió la vida en un hospital días después de que fuera detenida por la Policía de la moral de Irán.
Un video de seguridad muestra el desplome de la chica en una sala de conferencias, sin mantener contacto con ningún agente policial, cuando se alistaba para ser parte del auditorio de una charla sobre el correcto uso de las prendas femeninas musulmanas.
Las protestas, según relató el presidente, atentaron contra el orden público, incendiando varias mezquitas, agrediendo a las fuerzas de seguridad, destrozando propiedades públicas y privadas y socavando la seguridad de las personas.
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