La situación se ha tornado más grave ante la incapacidad del consorcio privatizador LUMA Energy de restaurar con prontitud el sistema eléctrico del país, que quedó inoperante desde el domingo pasado.
A la vez, la generalidad de la población tampoco tiene agua potable, por lo que después de seis días, se comenzó este viernes a utilizar la Guardia Nacional de Puerto Rico para ayudar a subsanar el asunto con camiones tanques.
El gobernante puertorriqueño, Pedro R. Pierluisi, ha abandonado el escenario de las ruedas de prensa ante la lluvia de críticas de la población, que considera no se están atendiendo con agilidad los problemas.
Además, Pierluisi es señalado por mantener una firme defensa de la privatizadora LUMA Energy, que rehusa la transparencia, mientras la generalidad de los hospitales del país dependen de plantas ante la falta de electricidad.
Igualmente, al menos una docena de personas —aunque no se proporcionan las cifras oficiales— ha perdido la vida a causa de incidentes circunstanciales vinculados al ciclón Fiona y la falta de electricidad.
Las muertes más recientes se produjeron este viernes cuando una residencia se incendió en Barrio Obrero, en el sector capitalino de Santurce, debido a que utilizaban una vela para alumbrarse.
Otros incidentes similares se han producido desde el domingo, así como la muerte de personas por el uso de plantas eléctricas portátiles que generan gases tóxicos.
Municipios como Utuado, al centro de la isla, o Salinas en el sur han mostrado profundas heridas a causa, particularmente de las lluvias que cayeron en los últimos días y apenas han recibido asistencia.
El gobernador Pierluisi, que preside el anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), no parece estar inserto en la realidad del país, mientras trata de minimizar la crisis generalizada, por lo que le han llovido críticas de diversos sectores.
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