Solo 122 diputados acudieron al plenario y los votos en blancos matizaron la fase inicial de los comicios, cuando restan 33 días para el fin del plazo constitucional.
La falta de quórum impidió la realización de la segunda vuelta, pues el conteo de papeletas a primera ahora reflejó 63 en blanco, 36 a favor del representante Michel Moawad y 11 para Selim Eddeh, mientras 12 boletas respaldaron a otros nombres.
«Si no hay consenso, no podemos elegir presidente, ni Parlamento, ni Líbano y la próxima vez cuando sienta que puede haber consenso, convocaré inmediatamente a sesión», afirmó Berri.
En la ronda inicial de votaciones, el candidato debe obtener una mayoría de dos tercios, o 86 sufragios para ganar. En caso de segunda vuelta, la mayoría requerida es de 65 votos, según la Constitución.
La falta de formación de gobierno desde junio pasado y la fragmentación en el legislativo constituyen factores apremiante que limitan la elección de un presidente para la República Libanesa, advirtieron analistas.
En caso de vacancia, las funciones del mandatario serán delegadas en el Consejo de Ministros, de conformidad con el artículo 62 de la Carta Magna.
Líbano buscará nombrar al presidente de la República número 14 después de la independencia antes del 31 de octubre venidero, fecha límite del mandato del actual mandatario Michel Aoun.
En estás décadas, la nación de los cedros superó los vacíos presidenciales de 1989, 2007-2008 y 2014-2016.
Desde 2019, Líbano enfrenta una crisis económica sin precedentes con una devaluación de la moneda local en alrededor del 95 por ciento de su valor y cerca de 2,2 millones de personas necesitadas de alimentos.
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