El Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores denunció en un comunicado que ese discurso del 21 de septiembre “irrespeta la posición histórica y justa” de la república bolivariana sobre la controversia territorial de “nuestra Guyana Esequiba”.
Regida, explicó, por el Acuerdo de Ginebra suscrito entre Reino Unido, Venezuela y Guyana, dirigido a alcanzar una negociación amistosa sobre el “inconmensurable territorio terrestre tropical”.
Señaló la nota que esa zona la conforman 160 mil kilómetros de selvas, bosques, sabanas, manglares y fuentes hídricas, con una población mayoritaria de indígenas originarios.
En ese territorio, indicó, Guyana pretende implantar a “un emporio trasnacional” que desea apoderarse de las riquezas del mar, así como “lo han venido haciendo abusivamente” con las tierras sometidas a la negociación amistosa por mandato legal del tratado, firmado para resolver la controversia territorial.
Venezuela subrayó que son “inaceptables las persistentes y falsas imputaciones” que Guyana ha venido profiriendo desde el 2015 ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, año que coincide con el momento en que las trasnacionales petroleras resuelven invadir las aguas sin delimitar.
Recordó que Reino Unido le arrebató a su país la Guayana Esequiba mediante fraude en 1889, muchas décadas anteriores al nacimiento de Guayana como Estado independiente.
El comunicado demandó que ese país debe explicarle al mundo que Venezuela por la vía diplomática logró que fuera reconocido ese despojo territorial en el seno de la ONU en 1962, dando vida en 1996 al Acuerdo de Ginebra.
Asimismo expresó su indignación al constatar cómo se le miente al mundo, cuando ha sido por décadas el mejor socio en cooperación, solidaridad e integración. El texto lamentó que Guyana “venga forjando esta matriz interesada y publicitaria” para facilitar el despojo a Venezuela del territorio controvertido, cuando la realidad es que el Acuerdo de Ginebra le ordenó a las Partes alcanzar un arreglo “práctico y mutuamente satisfactorio”.
Insistió que la república bolivariana “trabaja y ha trabajado siempre” para hacer valer sus “legítimos derechos” y restablecer negociaciones directas a tono con el espíritu del mencionado acuerdo y de la diplomacia de paz.
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