La embajadora estadounidense en esta capital, Dorothy Shea, entregó al presidente de la República, Michel Aoun, la oferta del diplomático Hochstein en relación a la disputa fronteriza, luego de más de tres meses de reiniciadas las negociaciones.
Minutos después, la encargada de la misión norteamericana en Líbano facilitó una copia del contenido de la propuesta del mediador al primer ministro designado, Najib Miqati y al titular del Parlamento, Nabih Berri.
Líbano defiende la posición unificada en relación a la Línea 23 y todo el campo de Qana, una zona rica en petróleo y gas en disputa de unos 860 kilómetros cuadrados.
De acuerdo con los analistas, para la mayoría de los libaneses la posibilidad de invertir y explotar en su riqueza de gas y petróleo aliviaría el impacto de la crisis económica y financiera.
Al intervenir en el debate de alto nivel de la 77 Asamblea General de la ONU, el jefe del gobierno interino, Najib Miqati, reafirmó la adhesión absoluta del país a la soberanía, derechos y riquezas en sus aguas territoriales y zona económica exclusiva.
Miqati agregó que la importancia para Líbano de una solución final está determinada a proteger los intereses nacionales, el bienestar del pueblo y la posibilidad de invertir en sus recursos naturales.
En medio de este escenario, Hizbulah reiteró las capacidades financieras, militares y de seguridad de la Resistencia islámica libanesa para evitar la exploración de los recursos naturales de la nación por parte de Israel.
La presencia a inicios de junio de la plataforma Energean Power al servicio de Israel en la frontera sur de Líbano con Palestina ocupada avivó la disputa marítima con Tel Aviv, en pausa desde mayo de 2021 luego de cinco rondas de negociaciones.
jcm/yma