Tras una reunión exploratoria celebrada aquí, el político declaró a periodistas que se han cumplido con los protocolos y responsabilidades que el Estado colombiano suscribió.
Manifestó que esto genera una “confianza importante” para entender que el diálogo no puede ser una retórica y debe expresar en sí mismo los cambios, y esta delegación de paz, subrayó, “nos ha expresado y nos ha dado elementos de profunda confianza”.
Rueda mencionó como elementos de esa “profunda confianza” la liberación de varias personas por el ELN desde el 7 de agosto y hasta hoy, que estaban bajo su poder.
“Hay una evidencia de desescalamiento de sus actuaciones en varios territorios de Colombia donde opera la guerrillera”, remarcó.
Es evidente, además, la decisión de evitar confrontaciones armadas que posibiliten no solo una adecuada situación de mejoría a la población colombiana, sino incluso el valor supremo de la vida para todos los colombianos, apuntó.
El Alto Comisionado señaló que ese respeto al derecho a la vida “lo hemos constatado también durante estas semanas de gobierno”.
Destacó que el punto central del diálogo es la participación de la sociedad colombiana, con ella se construyen los cambios que el país necesita, y ese es “un punto de acuerdo sustancial de este proceso”, puntualizó.
Esto significa, además de medidas humanitarias, asuntos que lleven a evitar nuevamente el sufrimiento de muchas familias colombianas y a la consolidación de una democracia justa en lo social, ambiental y económico, “ese es el propósito”, acotó.
Al referirse al cese el fuego bilateral, Rueda valoró que están en una fase de construcción de confianza, y en su momento, según lo que se acuerde en el reinicio de la mesa de conversaciones, la sociedad colombiana y el mundo conocerá los avances y las decisiones en esa materia.
Señaló que el período que se inicia es corresponsabilidad de las partes y “esperamos llevarlo a feliz término” para que en noviembre pueda a darse a conocer públicamente el reinicio de las conversaciones.
Lo importante es que partimos de lo ya existente, de lo ya pactado, significó, y no nos estamos inventando nada, porque el desarrollo de esta conversación tiene el propósito de ser eficaz y ahondar en trasparencia de los asuntos problemáticos.
Las delegaciones del Estado colombiano y el ELN acordaron este martes reiniciar los diálogos de paz a partir de noviembre venidero, sobre la base del conjunto de acuerdos y avances logrados desde la firma de la agenda del 30 de marzo de 2016.
En un comunicado, agradecieron a los países garantes de Cuba, Noruega y Venezuela por su compromiso inquebrantable, así como a los invitados especiales de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas y a la Iglesia católica.
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