La base de datos del sitio web del Tesoro mostró un total de 31,123 billones (un millón de millones) de dólares en el apartado titulado deuda nacional total.
Dicho monto se divide en tenencias intragubernamentales, obligaciones de pago de la administración pública con sus propios organismos, y deuda en poder del público, deuda federal en manos de privados, empresas, gobiernos estatales y locales, gobiernos extranjeros y fondos de ahorro.
En el primer caso, el adeudo ronda los siete billones de dólares, mientras que el que está en manos del público asciende a 24 billones de dólares.
Según el diario New York Times, la cantidad de las tenencias intragubernamentales se refiere a las obligaciones de deuda que un gobierno debe a sus propios organismos, como por ejemplo la Administración de la Seguridad Social, que paga las pensiones a los mayores y las prestaciones de invalidez.
El incremento histórico del débito estadounidense se da en un momento en que los tipos de interés pasan por una reducción histórica mientras son sustituidos por costos de préstamo más elevados, como parte de los intentos de la Reserva Federal de controlar la inflación que vive el país.
Se trata de un escenario internacional de movimientos económicos derivados de la crisis por la pandemia de la Covid-19, afectaciones en las cadenas de suministro debido a las sanciones impuestas a Rusia y el cambio en el flujo de combustibles.
También se da en medio de advertencias sobre una inminente recesión mundial, además de que la incertidumbre contiene a los inversionistas.
La Oficina Presupuestaria del Congreso estadounidense advirtió en mayo de este año de los riesgos de un endeudamiento nacional elevado, y señaló los impactos en el presupuesto federal y en la economía.
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