Su director general, Sergio Guillén, precisó además a Prensa Latina, que esos programas de investigación e innovación tecnológica, altamente competitivos, están financiados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).
En estos momentos estamos conformando tres proyectos sectoriales, los cuales tienen que ver con la agroecología, la agricultura de precisión y la extensión agraria, por la necesidad de proseguir la producción de caña en el país, subrayó.
Este centro, explicó el especialista, tiene como propósito fundamental obtener y comercializar variedades de ese cultivo, semilla, vitroplantas, servicios científico-técnicos, tecnologías asociadas, medios biológicos y servicios de laboratorios que coadyuven al desarrollo de la agricultura cañera y de todas las partes interesadas.
El Inica, fundado en 1964, despliega su labor en ocho líneas de trabajo, dirigidas al Fito-mejoramiento, desarrollo biotecnológico y el mejoramiento genético, la Nutrición y conservación del suelo, Manejo agronómico, Protección Fitosanitaria y Mitigación y Cambio climático.
Se enfoca además en el Desarrollo de la agricultura de precisión, Manejo y economía del agua, y en Tecnología agrícola.
La institución cuenta con una infraestructura que da soporte a todas las investigaciones, constituida por una red de laboratorios de azucarería, diagnósticos moleculares y serológicos, análisis físicos y químicos de suelos.
Asimismo, dispone como patrimonio, de los experimentos de más años en el país, el cual forma parte de la Red Mundial de Suelo.
También cuenta con un centro de referencia nacional de suelo, ubicado en la provincia de Villa Clara, en la zona central.
Guillén y otros especialistas y directivos del Inica coincidieron en que para elevar la producción cañera en el país es necesario, en primer lugar en los campos de cada empresa azucarera, el cumplimiento con calidad de la preparación del suelo, la siembra, la fertilización, el riego y demás atenciones al cultivo.
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