La autoridad fijó su posición sobre la organización de un evento literario la semana próxima que incluye la visita a la nación de un grupo de escritores partidarios de los proyectos sionistas en el pensamiento y la práctica.
El titular recordó que el país defiende la apertura cultural y el intercambio intelectual entre las civilizaciones, al tiempo que repudió la normalización con el ente israelí al calificarla de dañina para la soberanía de la patria.
Al-Murtadha enfatizó que mientras las leyes libanesas expresen la voluntad, la moral y los valores del pueblo, está prohibido establecer relaciones con el ocupante Israel, incluida la normalización cultural.
El ministro condenó los intentos de utilizar al país de plataforma de propaganda para la literatura de contenido sionista y para los propósitos y las ambiciones de algunos escritores al servicio de Israel.
Ambos países están en situación de guerra desde el establecimiento del Estado de Israel en la tierra ocupada de Palestina y a lo largo de estos años muchos crímenes y ataques perduran en la memoria del pueblo de Líbano ante las presiones de Tel Aviv por apoderarse del agua del río Litani y la riqueza petrolera y gasífera.
El 11 de diciembre de 1954, el Consejo de la Liga de los Estados Árabes aprobó el proyecto de ley unificado para boicotear a Israel, y emitió la Circular No. 3504/64 del 12 de mayo de 1964, en la que se incluía la necesidad de dictar la decisión y ponerla en efecto en cada país de la región.
De esta manera, el 23 de junio de 1955, el Parlamento libanés aprobó la Ley de Boicot, que prohíbe que toda persona física o jurídica celebre, personalmente o a través de un intermediario, un acuerdo con entidades o personas que residen en Israel o pertenecen a él por su nacionalidad o trabajo.
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