El aparato se denomina Observatorio Solar Avanzado basado en el Espacio (ASO-S, por sus siglas en inglés), partió desde una base de ubicada en Jiuquan, en el noroeste del país; y entró con éxito en su órbita planificada, informaron fuentes oficiales.
Orbitará a 720 kilómetros de la Tierra, pesa 859 kilogramos y su vida útil debe sobrepasar los cuatro años.
Se trata del primer satélite de su tipo de China y durante la estancia cerca del astro rey afrontará desafíos como las llamaradas solares, eyecciones de masas coronales, fuertes radiaciones y la presencia de campos magnéticos complejos.
Según se supo, ASO-S permitirá a los científicos entender el entorno alrededor del Sol y el impacto en infraestructuras eléctricas y de internet instaladas en la Tierra.
Aparte de esta aventura, China actualmente tiene una sonda en el lado oscuro de la Luna y un explorador en Marte que estudian la geografía, características y composición de ambos cuerpos celestes.
Además, construye su propia estación espacial y desde el año pasado envía frecuentemente allí misiones tripuladas para el ensamblaje de la instalación y adiestramiento en las labores científicas.
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