En declaraciones a la agencia local Press Association, Stella Moris explicó que Assange comenzó con tos y fiebre el viernes pasado, y le recetaron paracetamol, hasta que dio positivo al coronavirus SARS-CoV-2 el sábado, el mismo día en que miles de personas formaron una cadena humana alrededor del Parlamento británico para exigir su liberación.
Por supuesto que estoy preocupada, y los próximos días serán cruciales para su salud, agregó Moris, tras apuntar que el periodista australiano fue aislado en su celda de la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, en el sureste de Londres.
Assange, quien según sus abogados sufre de una enfermedad pulmonar crónica, está encerrado en Belmarsh desde abril de 2019, fecha en que el Gobierno de Ecuador le retiró el asilo político otorgado siete años antes, y permitió a la Policía británica entrar a su embajada en esta capital para arrestarlo.
En julio pasado, la entonces ministra del Interior Priti Patel ordenó su extradición a Estados Unidos, que quiere juzgarlo por denunciar en WikiLeaks crímenes de guerra cometidos por militares norteamericanos en Iraq y Afganistán, y miles de cables secretos de la diplomacia estadounidense, pero los abogados del periodista australiano apelaron ante el Tribunal Superior de Londres.
De ser extraditado a Estados Unidos, el periodista podría ser condenado a 175 años de cárcel, a partir de los 17 cargos relacionados con supuestas violaciones de la ley de espionaje norteamericana que se le imputan.
mem/nm
