Ello se justifica por la preocupación debido a la subida de las tasas de interés y las tensiones geopolíticas que inquietan a los inversores, mientras el yen ronda el nivel que provocó la intervención cambiaria del mes pasado.
Los sólidos datos del mercado laboral estadounidense y la expectativa de que las cifras de inflación se mantengan elevadas tiraron por tierra las apuestas sobre cualquier cosa que no sean tasas de interés altas hasta 2023.
Dichos elementos hacen que el dólar vuelva a acercarse a los máximo de 2002 que tocó el mes pasado.
El índice dólar subió 0,1 por ciento a 113,14, acercándose al máximo de 20 años de 114,78 que alcanzó a finales del mes pasado.
Por su parte, el yen alcanzó las 145,86 unidades por dólar, justo por debajo del mínimo de 24 años de 145,90 que tocó antes de que el gobierno japonés interviniera para apuntalarlo hace tres semanas.
La libra esterlina descendió por quinto día consecutivo y tocó su nivel más bajo desde el 29 de septiembre, a 1,0999 dólares.
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