Convocados por iniciativa del Frente Amplio, y con el visto bueno de las otras bancadas, la cita fue un intercambio de acusaciones entre los representantes del gobierno y legisladores opositores, sin mea culpa por el asunto que implica una trama delictiva.
Entre lo llamativo resultó la declaración del prosecretario de la Presidencia, Rodrigo Ferrés, quien negó que Astesiano fuera el jefe de la seguridad del mandatario Luis Lacalle Pou, cargo que asignó a Ricardo Martínez, oficial de la Policía Nacional.
El senador frentamplista, Alejandro Sánchez, le acusó de mentirle al Parlamento.
Por su parte el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, sostuvo que supo de las acusaciones contra el custodio del presidente cuando el jefe de Estado realizaba unas cortas vacaciones con sus hijos en el exterior.
Apuntó que prefirió no dar a conocer a Lacalle Pou sobre la orden de detención emitida contra su jefe de seguridad, quien le acompañaba en ese viaje.
Astesiano fue inculpado por varios delitos y cumple prisión mientras continúan las investigaciones respecto a la red de falsificación de partidas de nacimiento y venta de cédulas de identidad y pasaportes a ciudadanos extranjeros.
Además, Astesiano tenía numerosas anotaciones policiales e incluso cumplió cárcel en 2013 por estafa continuada. A pesar de ello fue investido en la responsabilidad que significa cuidar la vida del jefe del gobierno uruguayo.
La red de ventas de pasaportes a ciudadanos rusos, en la que se le implica, estaba activa desde esa época, afirmó Heber, quien en su alegato lanzó el guante acusador a administraciones anteriores del Frente Amplio.
Antes, el senador Sánchez aseguró que Alejandro Astesiano «integró junto con altos jerarcas policiales del día de hoy la custodia del expresidente de la República (Luis Alberto) Lacalle Herrera», padre del actual mandatario y quien gobernó entre 1990 y 1995.
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