En un comunicado emitido este jueves, el grupo, conformado por más de una decena de organizaciones, realizó un llamamiento al mundo advirtiendo sobre la crisis alimentaria en los campamentos donde viven casi 180 mil personas.
«Las ONGs -con el apoyo de las agencias internacionales y otros donantes- llevamos más de 40 años apoyando a la población saharaui, que depende completamente de la ayuda externa para su supervivencia», señaló el texto.
Añadió que esta crisis humanitaria ha venido enfrentando continuas dificultades de financiación, habiendo disminuido de forma dramática en la actualidad.
De acuerdo con el documento, casi 20 por ciento del financiamiento disminuyó en los seis primeros meses de 2022 en comparación con el mismo periodo de 2021, a lo cual se suma el incremento de la inflación, debido a la crisis mundial, lo cual afecta al poder adquisitivo de la población y a la provisión de los servicios básicos por parte de los actores humanitarios.
Esta situación, enfatizó el llamado, repercute en un agravamiento de la crisis alimentaria y sanitaria, provocando la inestabilidad de la ayuda y en consecuencia acentuando la fragilidad de la población.
La alimentación en los campamentos depende de la distribución mensual, y por persona, de una canasta básica, la cual disminuyó considerablemente en cantidad y variedad de productos en los últimos meses.
La Media Luna Roja Saharaui, encargada de la distribución de alimentos en los campamentos, alertó de que sólo dispone de un stock de emergencia de dos meses, remarcando la urgencia de responder ante esta crisis, que podría tener un impacto en todos los sectores de la asistencia humanitaria.
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