Ambas partes concluyeron oficialmente la víspera las conversaciones establecidas tras el paro de junio pasado sin lograr avances en dos de las 10 mesas de trabajo, la de subsidios a los combustibles y la de trabajo.
Luego de 90 días de conversaciones, el gobierno se negó a reajustar los precios de los derivados del petróleo para sectores que ya se benefician de subsidios, como camaroneras, atuneras y empresas mineras.
Los representantes de los pueblos originarios explicaron también la necesidad de bajar más el precio de los combustibles para población vinculada a la agricultura y a la zona rural por lo que eso implica para la economía de toda la población, sin embargo, tampoco fue aceptado.
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, advirtió sobre la falta de consenso en puntos claves que motivaron las movilizaciones de hace tres meses.
El pueblo ecuatoriano sabe el esfuerzo que hemos puesto para resolver los problemas más sentidos del país y pedimos al ejecutivo flexibilizar su postura sobre los ricos en una mesa emergente que funcionará este viernes en la mañana para agotar hasta la última posibilidad, señaló Iza.
Esta semana el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, se apresuró a celebrar que los diálogos terminaron con más de 150 acuerdos, si bien hasta ahora ninguno de ellos se ha puesto en práctica.
Por el contrario, los ciudadanos advierten de un deterioro de la situación social con una agudización de la inseguridad, problemática que no formó parte de las mesas técnicas previstas inicialmente y que resolverla ahora es una prioridad para los ecuatorianos.
Esos diálogos fueron resultado del histórico paro de 18 días del pasado mes de junio y ante los resultados de las negociaciones el movimiento indígena informó que evaluará con sus bases los próximos pasos de la lucha.
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