Durante un encuentro con los participantes en el magno evento, el Ayatolá señaló que una de las principales causas del sufrimiento y calamidades vividos en algunos países islámicos como Palestina y Myanmar es la división entre los musulmanes.
Subrayó que Israel y sus aliados intentan sembrar la división y ahondar la brecha entre los países que profesan esa fe.
Calificó la normalización árabe-israelí como una gran traición a Palestina y su causa, sin embargo, aseguró que la unidad islámica puede materializarse todavía pese a la controvertida decisión de algunos Estados árabes para acercarse a Tel Aviv.
Durante su intervención, el Líder Supremo, recordó que el mapa político del mundo está cambiando y la unipolaridad, cuando una o dos potencias arrogantes decidían el destino de otras naciones, está siendo cada vez más marginado.
Sentenció que la era en la que Estados Unidos y la arrogancia mundial imponía su dictado a los países independientes como Iraq, Siria, Irán o El Líbano, terminó.
“Poco a poco, ese estado de dominación que la arrogancia mundial ha tenido sobre países, naciones y diversas regiones está cambiando, tal como ocurrió durante los movimientos anticoloniales de la segunda mitad del siglo XX, cuando los países se levantaron uno tras otro contra el colonialismo”, recalcó.
Jamenei enfatizó que la comunidad islámica puede tener una posición elevada en el nuevo mundo que se está formando y presentarse como un modelo y un líder, solo si superan las divisiones y e que fortalecer la unidad.
Cerca de 200 pensadores de 60 países y 100 figuras políticas y culturales de la nación persa asisten al evento, el cual sesionó de forma presencial después de dos años debido a la pandemia de la Covid-19.
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