Como parte del programa conmemorativo, están previstas proyecciones de filmes con temática obrera en diferentes barrios, en los cuales habrá debates sobre la importancia de los acontecimientos de 1922 en la historia del país, adelantó a Prensa Latina Eduardo Vázquez, del Partido Comunista del Ecuador.
Según explicó, desde ahora hasta diciembre también tendrán lugar conferencias y talleres en universidades y organizan un tribunal de la memoria para juzgar, al menos simbólicamente, a los agresores.
Además, en Guayaquil justo el 15 de noviembre habrá una gran marcha para recordar la fecha, conocida aquí como el bautizo de sangre de la clase obrera y por ser el hecho que marcó el inicio de las luchas de los trabajadores ecuatorianos por sus derechos.
En noviembre de 1922 miles de obreros salieron a las calles de esa ciudad costera en reclamo de justicia laboral y fueron masacrados por orden del presidente José Luis Tamayo sin que hasta hoy se conozca el número exacto de víctimas, contó el sociólogo e historiador Alejando Ríos.
Si comparamos esos sucesos con las protestas de octubre de 2019 y junio de 2022 vemos que hay cierta similitud, advirtió Ernesto Flores, del Movimiento Guevarista.
Al igual que en las recientes protestas, hace cien años el gobierno acusó a los trabajadores de terroristas, anárquicos, guerrilleros, con el objetivo de justificar la represión, señaló Flores.
Alertó que es un proceso de lucha que está abierto y probablemente se repita en cualquier momento otro levantamiento mientras la sociedad ecuatoriana permanezca con un gobierno neoliberal que no resuelva los principales problemas de la ciudadanía.
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