El triunfo ayer sobre su archirrival, el Barcelona, 3-1 en el Santiago Bernabéu, extendió el momento dulce de los merengues que parece consolidarse.
Sin embargo, ya sabemos que en el deporte la curva del alto rendimiento tiene sus vaivenes y al equipo capitalino le llegará.
En tal caso, la pregunta en el ambiente es hasta cuándo durará esta forma óptima de resultados con un grupo de jugadores que quizás no sean todos de la “créme de la créme”, pero con una garra y nivel de entrega admirables.
Lo interesante es que discretamente, la “casa blanca” inició por circunstancias o necesidad, un proceso de renovación bastante esperanzador, con aciertos en los fichajes que en última instancia superaron las expectativas.
Así, se marchó el exitoso exjugador y técnico francés Zinedine Zidane por voluntad propia, apareció como opción el veterano italiano Carlo Ancelotti y sin cambios profundos en la plantilla, llegaron resultados sorprendentes.
Casi en paralelo se fueron el capitán Sergio Ramos y otro central, el galo Raphael Varane. Las apuestas en ataque se enfocaron únicamente en el francés Karim Benzema, quien en la práctica comenzó a ejercer un liderazgo nunca antes visto.
Después de probar con el belga Eden Hazard y el galés Gareth Bale, por fin “explotó” el brasileño Vinicius Junior, mostrando más puntería y mejor toma de decisiones en los regates en el área.
Se sumaron a los desbordes de juventud el uruguayo Fede Valverde y otro brasileño, Rodrygo Goes, convertido en el revulsivo por excelencia del Real Madrid. Luego, el francés Eduardo Camavinga (18 años), y el “canarinho” Eder Militao, gran sustituto de Ramos como central.
El ingreso del austriaco David Alaba, reconvertido en zaguero central, y en la medular, como el vino, los experimentados Luka Modric (37 años) y el alemán Toni Kroos (32), imprescindibles en la construcción ofensiva de Benzema (34).
Se fue configurando un elenco en el cual el guardameta belga Thibaut Courtois se convirtió en bastión y salvador muchas veces del conjunto, y vinieron las históricas remontadas en la Champions League, con la consecuente decimocuarta Orejona para el Real Madrid.
Ni siquiera la salida inesperada del volante de contención brasileño, Carlos Henrique Casemiro, mermó al club. La contratación del francés Aurelian Thcoumani en esa posición, más el alemán Antonio Ruddiger para reforzar la defensa, nivelaron la plantilla.
De todas formas, estar de líder de LaLiga con 25 puntos, tres más que el Barcelona, y ya clasificado para octavos en la Champions, no le garantiza nada al Real Madrid.
Para defender sus trofeos en el plano nacional y europeo requerirá de no fallar en un calendario muy extenso, con el parón de la Copa Mundial de Qatar en noviembre y diciembre. Pero, por ahora, sus fans no dejan de disfrutar del idilio merengue.
jf/ft