Ese día, Cristiano Ronaldo abandonó antes de tiempo el partido del Manchester United contra el Tottenham, tras ser -una vez más- relegado al rol de suplente por el técnico Erik ten Hag.
El ego del jugador fue tal, que prefirió marcharse a los vestuarios antes de jugar los últimos minutos del encuentro, como le había pedido el entrenador.
Esa actitud provocó que la escuadra roja de Manchester lo apartara del equipo para el partido de mañana ante el Chelsea, en la Liga Premier de Inglaterra.
Además, este viernes se conoció la multa en metálico que deberá asumir (un millón de libras esterlinas -equivalente a 1,14 millones de euros), una suma astronómica para cualquier ciudadano común, pero que apenas representa el salario de dos semanas del crack portugués, ganador en cinco ocasiones del premio Balón de Oro (solo es superado por el argentino Lionel Messi, con siete).
A priori, se espera que Cristiano vuelva a ponerse a las órdenes de Erik ten Hag para el partido de la próxima semana contra el Sheriff de Tiraspol moldavo, por la quinta ronda de partidos de la fase de grupos de la Liga Europa.
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