Al analizar las implicaciones de la venidera visita aquí del canciller federal alemán, Olaf Scholz, varios expertos entrevistados por el diario Global Times subrayaron el peso económico de ambos países y el impacto positivo que generarían si apuestan por unir fuerzas en vez del desacoplamiento.
Repasaron la evolución de los lazos mercantiles y desaconsejaron una ruptura ni ahora ni en el futuro, porque China en los últimos seis años se mantuvo como el principal socio comercial de Alemania y el destino para su industria automotriz.
Lamentaron que a la actual reconfiguración de la política comercial de Berlín hacia el gigante asiático la rodeen opiniones de sectores radicales, opuestos a un mayor avance de los intercambios y promotores de reducir la dependencia de este mercado.
También criticaron la campaña de corte ideológica emprendida contra el viaje de Scholz aquí y a la propuesta de la empresa china COSCO para gestionar una de las terminales de contenedores del puerto de Hamburgo, el más grande del territorio europeo.
Los detractores del mandatario lo presionan con no “doblegarse” a Beijing durante su visita y ven en la negociación del puerto una supuesta amenaza a la seguridad de información comercial y la posibilidad de que China lo use para “cercar” y “chantajear” a Europa si tuviera una guerra con Estados Unidos.
Según anunció este lunes el Ejecutivo germano, el canciller federal y una delegación de empresarios estarán en el gigante asiático a principios de noviembre.
De momento China todavía no confirmó el periplo, pero siempre convocó a fomentar relaciones de respeto mutuo, beneficio compartido y de mayor cooperación con Alemania y los demás estados de la Unión Europea.
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