La redada en esa urbe pretendía preservar un régimen de supremacía judía y quebrantar el espíritu del pueblo ocupado, denunció en Twitter el diputado Offer Cassif.
El legislador afirmó que “la ocupación es terrorismo y los que luchan contra las fuerzas de ocupación son guerrilleros, no terroristas”.
Cuando hay opresión también hay resistencia, solo el fin de la ocupación y una paz justa detendrán las matanzas y garantizarán un buen futuro para ambas naciones, subrayó.
Por su parte, el parlamentario Sami Abou Shahadeh advirtió que “la agresión a Nablus refleja la mentalidad colonial hostil a todo lo árabe, aplicada por todos los gobiernos israelíes”.
Lo sucedido en esa localidad es un crimen de guerra y un acto terrorista en todos los sentidos, subrayó.
Recordó que la urbe lleva tres semanas bajo un férreo bloqueo de las fuerzas israelíes, un hecho que criticó.
Con sus acciones, el primer ministro Yair Lapid y el titular de Defensa Benny Gantz están provocando una escalada en la región por el deseo de ganar más votos en las elecciones, cuestionó.
Abou Shahadeh hizo alusión así a los comicios pautados para el próximo 1 de noviembre, en los que, según todas las encuestas, la alianza gubernamental marcha detrás del bloque opositor de ultraderecha, encabezado por el ex jefe de Gobierno Benjamin Netanyahu.
Apoyados por vehículos blindados, los militares israelíes ingresaron este martes a la ciudad, el bastión de los Leones de la Guarida, una nueva milicia palestina que en los últimos meses se adjudicó varios ataques mortales contra la vecina nación.
También el gobierno palestino denunció la nueva redada que calificó de crimen atroz.
Estos crímenes e incursiones sangrientas representan la implementación de una política oficial del gobierno israelí destinada a imponer la ocupación a nuestro pueblo, denunció el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados en un comunicado.
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