Según distintos medios de comunicación, esa empresa será la responsable de cubrir rutas comerciales con la nave y “ofrecer una experiencia segura y placentera” durante los viajes.
China Eastern Airlines es una de las principales aerolíneas del país y firmó un contrato para adquirir cinco equipos con la Corporación de la Industria de la Aviación, que desarrolló el avión.
Planea incorporar la nave doméstica a los recorridos entre Shanghái y ciudades como Beijing, Guangzhou, Shenzhen, Chengdu, Xiamen, Wuhan y Qingdao.
Semanas atrás trascendió que otros clientes interesados en el C919 son las aerolíneas Air China, China Southern Airlines, Hainan Airlines y la firma estadounidense GE Capital Aviation Services.
A finales de septiembre el avión consiguió el certificado de tipo que confirmó su cumplimiento de los estándares medioambientales y la entrada a un mercado, dominado por los Boeing y los Airbus.
No obstante, todavía necesita otros dos avales: el de producción, indicando que la fabricación del avión cumple con las normas nacionales; y el de aeronave, garantizando que es segura para operar.
El C919 comenzó a desarrollarse en 2015, dos años después realizó su vuelo inaugural y el pasado 19 de julio completó todas las pruebas con éxito, luego de demoras en el proyecto por el impacto de la pandemia de Covid-19.
Buscará competir con modelos como el A320 del fabricante francés Airbus y el Boeing 737 MAX de Estados Unidos, tiene de 158 a 168 asientos y oscilará de cuatro mil 75 a cinco mil 555 kilómetros de distancia.
Aparte del C919, China avanza en la certificación de otros tipos de aeronaves de factura nacional, incluido los helicópteros AC352 y AC313A.
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