Nuestro país repudia todos los mecanismos de coacción que se aplican contra Venezuela y países hermanos como Cuba y Nicaragua, afirmó el diplomático al intervenir en la XXIII Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), con sede en Argentina.
Afirmó que esas medidas coercitivas unilaterales, bloqueos y asedios sistemáticos a esos países miembros de la Celac, al igual que en cualquier parte del mundo, sus efectos directos impactan en el deterioro de la vida de los pueblos.
El jefe de la diplomacia bolivariana reflexionó sobre lo que se dice acerca de la migración venezolana en el continente y desmintió las cifras que manejan, dijo, instituciones que dicen atender el tema de la migración.
En la práctica, apuntó, demuestran que están sumamente parcializados en sus apreciaciones, al mencionar cifras que no “la vemos en ninguna parte” y que de acuerdo a la contabilidad de su país el número pudiera ser “hasta siete veces menos”.
Faría subrayó que la causa de esas migraciones responde a la aplicación de las medidas coercitivas unilaterales, ilegales y criminales aplicadas contra Venezuela con el objetivo de derrocar al presidente constitucional Nicolás Maduro, lo cual resulta inaceptable, acotó.
Recordó que como parte de las presiones de Estados Unidos fueron cerrados embajadas y consulados, y en algunos casos estos espacios fueron arrebatados, cuando se necesita atender una coyuntura como la mencionada antes.
El canciller venezolano manifestó que esas mismas sanciones impiden avanzar en acuerdos subregionales como los de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos y tienen que ver con el suministro de energía, como es el caso de Petrocaribe.
Hemos tenido en un pasado no muy lejano acuerdos con muchos de los países que están acá en este momento y que adversan nuestra posición política, pero no se han podido continuar ejecutando justamente por la aplicación de esas medidas ilegales, remarcó.
En otra parte de su intervención, el diplomático llamó a fortalecer el multilateralismo inclusivo en un momento en que la pandemia de la Covid-19 y la guerra en Europa acentuaron las desigualdades.
Subrayó que persisten en la actualidad otras amenazas a la paz, a la estabilidad de nuestras naciones y el bienestar de sus habitantes, por lo que insistió en la necesidad de continuar defendiendo los principios del Derecho Internacional consagrado en la Carta de la ONU y en declaraciones presidenciales de la Celac.
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