Al intervenir en la III Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea, el diplomático denunció el asedio contra su país y aseguró que a pesar de ello, la economía venezolana crecerá.
Faría manifestó que tenemos recursos secuestrados, robados, represados en instituciones bancarias de los países miembros de la Unión Europea y ejemplificó con el oro secuestrado por el Banco de Inglaterra.
Manifestó que espera el venidero 14 de noviembre, la UE, en gesto de acercamiento pacífico y constructivo hacia la región, decida no prorrogar las sanciones unilaterales contra Venezuela.
De igual manera, demandó el mismo trato para los hermanos nicaragüenses y ratificó el apoyo regional al levantamiento del “bloqueo criminal, económico y financiero contra nuestros hermanos cubanos”.
Aprovechemos este nuevo acercamiento birregional para demostrar un verdadero respeto y deseos de buena convivencia de nuestras naciones, sin exclusiones, agresiones, manipulaciones y dobles raseros, expuso.
El jefe de la diplomacia venezolana manifestó la disposición de su país de ayudar al bloque comunitario europeo ante la crisis energética que amenaza al continente y proveerlo de gas e hidrocarburo, propuesta reiterada por el presidente Nicolás Maduro.
Las naciones latinoamericanas y caribeñas, remarcó, están dispuestas a refundar una nueva forma de relacionarse con Europa, sobre la base del respeto, la igualdad y sin condicionamiento político de ninguna índole, expresó.
Me refiero, dijo, al levantamiento total y absoluto de cualquier tipo de medida coercitiva unilateral, sanciones y bloqueos contra los países de Latinoamérica y el Caribe.
Subrayó que no puede hablarse de diálogo, democracia, derechos humanos y buena voluntad, si se mantienen “castigos colectivos contra nuestros pueblos”.
El ministro del Exterior venezolano aseguró que no es posible convertir a Latinoamérica y el Caribe en una “zona eurocompatible”, si no se cambia la visión neocolonial velada por el Estados Unidos sobre los países de la región.
Esta, opinó, pretende respaldar y revivir “intolerables, condenables e inaceptables doctrinas de dominación como la doctrina Monroe».
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