La región oriental cubana es sumamente tradicional y típica. Esta afirmación la corroboran centenares de viajeros, sobre todo europeos, que ya probaron el encanto particular de pasear por ese escenario.
Una de las maneras de hacerlo es mediante Cayucas, una embarcación típica de la región más en el este del archipiélago cubano. Se trata de una denominación que antaño la implantaron los aborígenes, ya extintos tras el voraz proceso colonial español.
Pero esa manera de llamar a ciertos botes de madera se mantiene, como muchas otras tradiciones. Por tanto, los campesinos no solo brindan paseos a los turistas en las Cayucas, sino que tal transporte lo emplean en todas sus faenas.
Las Cayucas originales eran de diferente manera, cortadas de los troncos de los árboles y con un procedimiento que se repite en varios países de América Latina, y las actuales prácticamente son botes, pero se siguen llamando de igual forma, aunque le distinguen fondos planos, sin quilla.
Un lugar muy especial en este sentido es el Rio Toa donde aparece una base de paseo operada por el Grupo de turismo Gaviota. Precisamente, sus directivos comentaron a este periodista algunos detalles de interés al respecto.
Sobre el particular, nos guió el Director General de Villa Baracoa Gaviota, Hernán Hernández, para ilustrarnos con detalles curiosos.
Señaló que Baracoa es una región (primera fundada en 1511 por el explorador español Diego Velázquez) con platos muy particulares como el Bacán, Calalú, conservados de la forma de cocinar de antaño, pero ello se puede disfrutar a la par de un paisaje significativo.
El Toa es considerado el río más caudaloso de Cuba, con 31 metros cúbicos de agua por segundo, se encuentra ubicado en la provincia de Guantánamo, en las cercanías de la ciudad de Baracoa.
Su nombre procede de una voz indígena que significa «rana». El río tiene una longitud de 130 kilómetros, nace en las montañas de Nipe-Sagua Baracoa y desemboca en las Cuchillas del Toa en la costa norte de la provincia.
Un cayuco es una canoa de fondo plano construida por el vaciado de un tronco de árbol, a veces un tronco de palmera, normalmente una frondosa de madera blanda como la Ceiba. Su nombre deriva de la palabra cayo.
El vaciado puede ser por herramientas metálicas o de piedras en forma de hacha, machete, azada, azadón, o ayudándose mediante hogueras que carbonizan el interior del tronco, y teas para los costados y fondo exterior, e igualándolo con herramientas.
Por extensión se llaman cayucos a otras embarcaciones de fondo plano y estrecho en comparación con su longitud, propiamente las que nos ocupan, herederas de aquellas que navegaron el Toa en su momento, y ahora medio de paseo y turismo.
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