En una rueda de prensa, realizada en esta capital, el primer ministro Jonas Gahr Støre evaluó la situación como la más grave en varias décadas, aunque reconoció que no hay indicios de amenaza alguna por parte de Rusia.
Analistas internacionales recuerdan esta jornada que Noruega aumentó en los últimos meses la presencia militar, en especial alrededor de infraestructura crítica en el mar del Norte, después de las explosiones registradas en los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2 en el mar Báltico.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa de Rusia denunció el pasado día 29, que unidades de la Marina del Reino Unido planificaron y realizaron los atentados perpetrados contra esas instalaciones y que se trata de los especialistas británicos desplegados en la ciudad de Ochákov, en la provincia ucraniana de Nikoláev.
El gobierno Noruego precisó que las medidas aumentarán en materia de logística, seguridad de las comunicaciones y en torno a las instalaciones del ejército.
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