En una misiva dirigida a la ministra del Interior, Suella Braverman, quien juró deportar a todos los que entren de forma irregular al país, los grupos de la sociedad civil le recuerdan los peligros que enfrentan los refugiados durante la travesía y las dificultades que luego tienen para regularizar su estatus migratorio.
«Usted una vez mencionó que el Reino Unido está orgulloso de la tradición de ofrecer refugio, por lo que le pedimos que lo haga realidad mediante la implementación de un sistema justo, amable y efectivo para los refugiados, señala la misiva firmada por Save the Children, Freedom from Torture (Libertad contra la Tortura), Safe Passage (Paso Seguro) y decenas de organizaciones más.
El texto exhorta a Braverman a apurar la tramitación de las solicitudes de asilo, crear rutas seguras para los migrantes, respetar el derecho internacional y la Convención de Naciones Unidas para los Refugiados y darles a esas personas la oportunidad de tener una audiencia justa, al margen de la forma que usaron para ingresar al país.
La carta salió a luz poco después de que en Dover, sur de Inglaterra, un hombre lanzó varios cocteles molotov contra uno de los centros donde se procesan a los migrantes interceptados por la Marina Real cuando intentan llegar al país a través del canal de La Mancha a bordo de botes de goma y otras embarcaciones endebles.
Al menos dos personas resultaron con heridas leves en el incendio que fue controlado rápidamente por los bomberos, y según versiones de prensa, el atacante se suicidó poco después, en circunstancias que todavía son investigadas por la Policía del condado de Kent.
Según el Ministerio de Defensa, el sábado los barcos de la Patrulla Fronteriza trajeron a tierra a otros 990 migrantes irregulares, con lo que suman casi 40 mil las personas llegadas por esa vía al Reino Unido en lo que va de año.
El Gobierno británico firmó un acuerdo con su similar de Ruanda para enviar a ese país africano a los solicitantes de asilo en el Reino Unido, pero la presión de la sociedad civil y de la Corte Europea de Derechos Humanos impidió el despegue del primer vuelo en junio pasado.
Braverman, quien fue reinstalada como titular del Interior por el nuevo primer ministro Rishi Sunak pese a haber renunciado antes por violar protocolos internos de seguridad, afirmó en septiembre pasado que su sueño era ver despegar un avión cargado de migrantes deportados a Ruanda, y juró acabar con los cruces a través del canal de La Mancha.
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