La estampida, en la que murieron al menos 154 personas, ocurrió debido a la gran aglomeración en uno de los callejones de la zona capitalina.
Hong Ki Hyun, jefe de la Oficina de Gestión del Orden Público de la Policía Nacional, lamentó no poder «anticipar la tragedia» ante las crecientes críticas por las acciones de las fuerzas de seguridad.
«Estaba previsto que se reunieran una gran cantidad de gente allí, pero no pensamos que habría víctimas debido a las aglomeraciones», aseguró.
«La Policía que se encontraba en la zona no detectó un incremento repentino de la cantidad de personas en la zona», señaló citada por la agencia de noticias Yonhap.
Hong aseveró que 137 efectivos de las fuerzas de seguridad fueron desplegados en el área, en comparación con la cifra de años anteriores a la pandemia de coronavirus, pero los agentes tenían previsto encargarse del tráfico y de delitos menores.
El funcionario también garantizó que a partir de ahora se tomarán medidas para prevenir que se produzcan estas situaciones sin una clara organización.
Los funerales de las 154 víctimas comenzaron en la República de Corea, a medida que el Gobierno anuncia ayudas para los familiares de los fallecidos y costear los servicios religiosos.
Asimismo, las autoridades cubrirán los gastos médicos de todos aquellos que hayan resultado heridos durante la estampida.
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