La nueva Asociación para la Aceleración de la Energía Limpia (PACE, por sus siglas en inglés) incluye 100 mil millones de dólares en financiación y otros apoyos, así como busca desplegar globalmente 100 gigavatios de energía limpia para 2035.
Según detalló el Ejecutivo, PACE tiene como pilares la innovación, el despliegue de cadenas de suministro para sistemas que excluyan cualquier tipo de contaminación; la gestión del carbono y el metano; energía nuclear; y la descarbonización industrial y del transporte.
Las partes prevén crear un grupo de expertos para identificar los proyectos prioritarios, eliminar posibles obstáculos y medir el progreso de la iniciativa, agregó la fuente.
De igual forma, los dos países pretenden elevar la acción climática a partir del fomento de la inversión en energía limpia en las economías emergentes y tienen la intención de dar prioridad a proyectos comerciales en los países en desarrollo y de bajos ingresos, así como proporcionarles asistencia técnica y financiera.
PACE además busca fomentar las tecnologías y vías existentes, y nuevas para reducir las emisiones del sector de los hidrocarburos.
La firma del acuerdo ocurre a pocos días del inicio de la próxima Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático 2022 (COP27), programada del 6 al 18 de noviembre en Egipto.
El pasado mes el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, denunció que mientras el caos climático avanza a toda velocidad, la acción para contrarrestar sus efectos tiene un estancamiento.
El trabajo por delante es inmenso y los compromisos colectivos de los gobiernos del Grupo de los 20 (entre los que aparece Estados Unidos) llegan demasiado poco y tarde, dijo el titular.
De igual forma, recordó que las políticas actuales cierran la puerta a la oportunidad de limitar el aumento de la temperatura global a dos grados centígrados, en medio “de una lucha a vida o muerte por nuestra propia seguridad hoy y nuestra supervivencia mañana”.
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