La cita arrancó ayer en el balneario de Sharm El-Sheikh, en la noroccidental península de Sinaí, donde se espera la llegada de miles de participantes para la La 27 sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención del Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (COP27), que se efectuará del 6 al 18 de noviembre.
El evento fue inaugurado por los ministros egipcios de Medio Ambiente, Yasmine Fouad, y de Juventud y Deportes, Ashraf Sobhy.
El cambio al que aspiramos para enfrentar este flagelo será realizado por los jóvenes, afirmó Fouad al dirigente a los presentes.
Más de 30 mil delegados de diversas latitudes participarán en la Cumbre climática (COP27), en medio de crecientes reclamos para adoptar medidas más efectivas con el fin de combatir los daños causados por este problema.
El objetivo es impulsar estrategias comunes para enfrentar el problema, aunque las actuales tensiones geopolíticas y la grave situación económica en muchos países, incluso desarrollados, crean dudas sobre la efectividad del evento.
«Creo profundamente que la COP27 es una oportunidad para mostrar unidad contra una amenaza existencial que solo podemos superar a través de la acción concertada y la implementación efectiva”, advirtió el presidente egipcio, Abdel Fatah El Sisi, en un mensaje publicado en la página oficial del foro.
En su último informe sobre el tema, la ONU criticó en octubre que el mundo aún no actúa con suficiente urgencia para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Alertó que los planes gubernamentales son insuficientes para limitar el aumento de las temperaturas a 1,5 grados centígrados a finales de siglo, según lo establecido en el Acuerdo de París de 2015.
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