El trigésimo primer cónclave de la Liga de Países Árabes (LPA) cuarto que se celebra en esta capital desde 1973, sumó su aprobación a la decisión del reino saudita de disminuir la producción diaria de los miembros de la agrupación en dos millones de barriles del crudo.
La postura saudita provocó las iras del gobierno estadounidense, desestimadas por Riad que la argumentó en la necesidad de estabilizar el mercado mundial del carburante.
En su alocución durante la sesión final del encuentro cimero la víspera, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, solicitó el respaldo de los miembros del ente regional para difundir en el mundo el genocidio israelí en Cisjordania y Gaza.
La petición del mandatario sobreviene en medio de un alza sustancial de las muertes de palestinos a manos de las tropas de Tel Aviv y de los israelíes trasplantados a Cisjordania por la potencia ocupante en violación de acuerdos internacionales vigentes y de obligatorio cumplimiento incluso para países no signatarios.
Esperamos su apoyo (…) para formar un comité árabe que exponga las violaciones de la entidad sionista (…) para obtener el estatuto de miembro total en la ONU y realizar una conferencia internacional sobre paz y protección internacional para nuestro pueblo, dijo el jefe de Estado.
Asimismo denunció “el silencio internacional mientras la entidad sionista sigue practicando violaciones contra nuestro pueblo indefenso y nuestras tierras usurpadas”, en alusión a la expulsión de palestinos de sus hogares ancestrales para construir asentamientos paramilitares.
En noviembre de 2012 Palestina fue reconocida como país observador no miembro de la ONU, condición que la habilitó para adherirse al Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y a otros tratados de derecho internacional humanitario y de los derechos humanos.
Entre esos acuerdos figura la Convención de Ginebra la cual prohíbe la implantación de poblaciones en territorios ocupados manu militari y cuyo cumplimiento en obligatorio incluso para los estados no firmantes, entre ellos Israel y Estados Unidos.
El cónclave cimero también apoyó los esfuerzos para finalizar la crisis en Libia “a través de una solución interárabe y solicitó “un esfuerzo conjunto de los estados miembros para terminar los combates en Siria”.
mv/msl