En entrevista con Prensa Latina, abordó algunos de los aspectos principales de un informe publicado este jueves por la Unesco, del cual es autor líder, sobre la situación de glaciares que representan un 10 por ciento de toda la superficie de la Tierra cubierta por esas masas de hielo.
Sin alarmismo, pero con contundencia, el oficial de Proyecto del Centro de Patrimonio Mundial del ente multilateral conversó sobre un desafío acuciante, tal vez menos conocido que otros relacionados con el cambio climático y sus consecuencias para el planeta y sus habitantes.
Se trata del estudio más detallado que hemos podido desarrollar acerca del estado actual y las proyecciones, una pesquisa que prevé la desaparición antes del 2050, al margen del escenario climático que impere, de un tercio de los glaciares ubicados en sitios del patrimonio mundial, comentó.
De acuerdo con el hidrólogo de formación, si continuamos en las sociedades actuando sin variar el rumbo, seguirá para el 2100 ese destino la mitad de las masas de hielo.
Por tanto, el reporte es al mismo tiempo una alerta y un mensaje de esperanza; un tercio se perderá, pero el resto podrá preservarse si reducimos de forma drástica la emisión a la atmósfera de dióxido de carbono, de manera que se limite el incremento de la temperatura a 1,5 grados centígrados respecto a los valores preindustriales, abundó.
Carvalho Resende insistió en que una primera medida a asumir sería precisamente la disminución de esas emisiones.
El estudio propone otras acciones también importantes, relacionadas con la investigación científica sobre los glaciares y la preparación con planes de reducción del riesgo de catástrofes, en particular para las comunidades locales, las más afectadas por el deshielo.
Vemos que la mayoría de los sitios del patrimonio mundial con glaciares carecen de esos planes, señaló el experto, quien consideró además la necesidad de contar con un marco jurídico y legislativo enfocado en preservar esas formaciones, tal y como existe para el agua y los bosques.
El informe de la Unesco recoge igualmente el llamado a la creación de un fondo internacional para la vigilancia y la preservación de los glaciares, iniciativa que Carvalho Resende ponderó, al recordar que los países concernidos no tienen los mismos recursos financieros para lidiar con el reto.
Según el documento, para antes del 2050 desaparecerán los últimos glaciares del patrimonio mundial africano, como los del Parque Nacional de Kilimanjaro y del Monte Kenya; los Pirineos Monte Perdido (Francia, España); los del Tien-Shan occidental (Kazajstán, Kirguistán y Uzbekistán) y los de los parques nacionales de Yellowstone y Yosemite (Estados Unidos).
Asimismo, están condenadas a la desaparición irreversible en América Latina las masas de hielo de los parques nacionales de los Alerces (Argentina) y de Huascarán (Perú).
El experto de la Unesco insistió en la importancia de los glaciares, que aportan recursos hídricos para el uso doméstico, la agricultura y la generación de electricidad, sin olvidar su enorme valor cultural para las comunidades locales y su contribución al turismo.
La humanidad será testigo de la pérdida inevitable en pocas décadas de 17 de los 50 glaciares registrados en sitios del patrimonio mundial, sin dudas un golpe duro y lamentable, pero Carvalho Resende invitó a apostar por la esperanza y a trabajar para que no ocurra lo mismo con el resto.
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