“Evidentemente no estoy apegado al cargo y si mi continuidad hace que se ponga en juego el sistema penitenciario, evidentemente voy a dar un paso al costado, no tengo ningún inconveniente”, declaró el titular en entrevista con la radio 1080 AM.
Benítez y el extitular Édgar Olmedo deberán comparecer el próximo lunes ante el Congreso, a fin de explicar la falta de acción luego de recibir cinco meses atrás información sobre Denis.
El tsunami en el Ministerio de Justicia comenzó tras el abatimiento el domingo pasado por parte de fuerzas de tarea del Ejército en la norteña zona de Cerro Guasu, departamento de Amambay, del líder rebelde Osvaldo Villalba, considerado jefe del Ejército del Pueblo Paraguayo.
Dos días después, el cadáver del insurgente ingresó para velatorio en la penitenciaría de mujeres Casa del Buen Pastor, donde permanece su hermana Carmen, lo cual causó el escándalo que involucró a la admninistración nacional.
El jefe de Gabinete Civil de la Presidencia Hernan Huttemann confirmó rápidamente la destitución del ministro de Justicia Édgar Taboada y de la directora del penal Marian Vázquez.
La excoordinadora de Establecimientos Penitenciarios de Mujeres Ana Dina Coronel reveló que ella y Vázquez gestionaron todo, así como denunció a Olmedo, hombre de confianza del jefe de Estado, extitular de Justicia y representante del Ejecutivo ante el Consejo de la Magistratura.
Aseguró que le había comentado mediante mensajes de texto que contaba con informaciones respecto al paradero de Denis, algo que trasladó además a Benítez y al director de establecimientos penitenciarios, Artemio Vera.
Las autoridades de seguridad encabezadas por el ministro del Interior Federico González terminaron por arrastrar al Gobierno a una serie de contradicciones en el intento de justificar una grave omisión de datos sobre secuestrados.
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