Nos gustaría agradecer a las autoridades, oposición, líderes religiosos y activistas, cuyos esfuerzos ayudaron a mantener a este país en línea con el derecho internacional sobre el asunto, subrayó Zomlot en un comunicado, difundido aquí.
“Hay mucho trabajo por hacer para crear un ambiente propicio para la paz en el Medio Oriente y hacer las paces por la injusticia histórica causada por la Declaración de Balfour, hace 105 años”, subrayó.
Ese documento, presentado en 1917, anunció de forma oficial el respaldo de Londres a la creación de un Estado judío en Palestina, ocupada entonces por el país europeo.
La en su momento primera ministra británica Liz Truss anunció su intención de mover la embajada, pero su sucesor Rishi Sunak dio marcha atrás al proyecto.
En 2018 el entonces presidente Donald Trump movió la misión deplomática estadounidense de Tel Aviv a la llamada Ciudad Santa, una decisión que desató la ira de los palestinos y de las naciones musulmanes, pero que mantuvo su sucesor Joe Biden.
Desde entonces algunas naciones siguieron los pasos del gobierno norteamericano, aunque la mayor parte de la comunidad internacional mantiene sus misiones en Tel Aviv y considera la parte oriental de Jerusalén como la capital del futuro estado palestino.
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