«Nuestra expectativa (propuesta) es que su gobierno, desde ya, señale la disposición de Brasil de acoger la COP30, en 2025, como acto político del compromiso de nuestra contribución significativa a los esfuerzos globales para enfrentar la crisis climática», indican los grupos ecologistas en su demanda.
El pedido del Foro Brasileño de Organizaciones No Gubernamentales y Movimientos Sociales para el Medio Ambiente y el Desarrollo, que reúne a más de 20 instituciones, fue hecho en una carta dirigida a Lula y al vicepresidente, el exgobernador Geraldo Alckmin.
Tal documento fue entregado al exministro Aloizio Mercadante, coordinador técnico de la transición de gobierno del mandatario Jair Bolsonaro al del exsindicalista.
Para el ambientalista Pedro Ivo, de la Ejecutiva de la Red de Sustentabilidad, el texto muestra la importancia de que Brasil fortalezca la agenda climática.
«El primer objetivo es declarar nuestra alegría con la victoria y hacer algunas sugerencias para la agenda ambiental, destacando la importancia de fortalecer la agenda climática, sugiriendo que Brasil sea sede de una de las Cops, probablemente la de 2025, y retomada de algunas agendas como la 2030, entre otras cuestiones importantes», indicó.
En la misiva, las entidades sugieren además que el futuro gobierno participe en la COP15 de la Convención de Diversidad Biológica, que se celebrará en diciembre en Canadá.
Además, en las negociaciones para un tratado internacional sobre plásticos, encabezado por la ONU, que tendrá lugar entre el 28 de noviembre y 2 de diciembre en Punta del Este, Uruguay.
Lula decidió comparecer a la COP27, programada para realizarse entre el 7 y 18 de noviembre en Egipto.
El mandatario egipcio, Abdel Fatah al-Sissi, cursó la invitación al presidente electo para el evento en la ciudad turística Sharm El Sheikh, ubicada en la costa del mar Rojo, donde se espera la asistencia de más de 90 jefes de Estado.
Con 48,43 por ciento de los votos válidos, el aspirante al poder por el Partido de los Trabajadores ganó la primera ronda de sufragio del 2 de octubre, mientras que Bolsonaro, quien codiciaba reelegirse por el Partido Liberal, obtuvo 43,20 por ciento.
Por ninguno de los políticos lograr en ese pleito la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de los válidos (excluidos blancos y nulos), como establece la legislación para ser electo, disputaron el balotaje.
De manera muy cerrada, el hijo de la clase obrera volvió a triunfar en el segundo turno del 30 de octubre con un 50,90 por ciento frente al 49,10 del exmilitar.
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