Mediante el decreto 558, el mandatario dispuso aplicar también en ese territorio el toque de queda, al igual que rige desde el martes en la noche en Guayas y Esmeraldas.
La víspera en Santo Domingo hubo al menos siete atentados, la mayoría con explosivos, y se espera que mañana el gobernante visite esa región para «comprender las particularidades que se han presentado en las calles y centros de detención”.
De acuerdo con el ejecutivo, esos hechos delictivos responden a la inconformidad de bandas asociadas al narcotráfico con el reordenamiento de las prisiones.
Este jueves, en la Penitenciaría del Litoral, ubicada en Guayaquil, hubo fuertes enfrentamientos entre los reos y las fuerzas policiales, que dejaron decenas de heridos.
El presidente Lasso llegó a difundir un conjunto de imágenes de los presos sometidos en los patios del pabellón conflictivo para indicar que la situación estaba controlada.
El país registra la mayor tasa de homicidios de la historia, con 20,59 asesinatos cada 100 mil habitantes, indican estadísticas oficiales, y octubre fue el mes más con más muertes violentas.
En medio del caos, en redes sociales circulan numerosos mensajes que piden la renuncia del presidente y califican a Ecuador de ser un Estado fallido.
Paralelamente, vuelve a asomarse el fantasma de la llamada muerte cruzada, mecanismo constitucional mediante el cual la Asamblea Nacional (parlamento) pudiera llamar a una sesión extraordinaria en caso de conmoción interna para destituir al presidente y convocar a elecciones.
Movimientos políticos, así como organizaciones indígenas y de derechos humanos cuestionaron la actuación del gobernante ante la escalada de violencia que pone en zozobra a toda la nación por su falta de inversión social y respuesta militarizada a los incidentes.
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