Hashimoto demostró su clase y no falló en ningún aparato para ganar la medalla de oro con 87,198 puntos, escoltado por el chino Boheng Zhang (86,765) y su compatriota Wataru Tanigawa (85,231).
Este viernes Hashimoto logró el cetro del orbe que se le escapó el pasado año por apenas 17 milésimas de unidad ante la excelente presentación de Boheng.
En los ejercicios en el suelo, el titular olímpico consiguió una nota de 14,666 para tomar una ventaja sobre Zhang (14,033) que resultaría vital en el desenlace del cetro, pues en los cinco restantes aparatos apenas les separaron una décima en favor del chino.
Hashimoto trabajó con elegancia y Zhang, no seleccionado por su país para la Olimpiada de Tokio, lo hizo con la regularidad en un duelo entre los dos mejores gimnastas de la actualidad.
No lejos finalizó el otro japonés en la final, Tanigawa, el mejor en ronda de clasificación, un gimnasta más compacto y enormes dotes acrobáticas.
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