Las conclusiones del estudio resultan inquietantes, de los 50 sitios del patrimonio mundial con estas hermosas, imponentes y valiosas formaciones de hielo, 17 de ellas desaparecerán antes del 2050, al margen de cualquier esfuerzo, como resultado del cambio climático.
El destino de las otras 33 sigue estando en manos de los seres humanos, y para legarlas a las futuras generaciones, serán necesarios el esfuerzo colectivo y la voluntad política de los decisores, que permitan mantener el incremento de la temperatura en el planeta por debajo de 1,5 grados centígrados respecto a los valores preindustriales.
De acuerdo con la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático del 2022 (COP27), que acogerá a partir de mañana Egipto, representa una oportunidad de abordar el tema de los glaciares y de proponer soluciones.
«Este informe es un llamado a la acción. Sólo una rápida reducción de las actuales emisiones de dióxido de carbono puede dar esperanzas de salvar los glaciares y la excepcional biodiversidad que depende de ellos”, afirmó a propósito del documento.
En entrevista con Prensa Latina, el autor líder del estudio, el hidrólogo Tales Carvalho Resende, abordó la importancia de estas masas y la urgencia de trabajar en su protección con respuestas internacionales y locales.
Los glaciares aportan recursos hídricos para el uso doméstico, la agricultura y la generación de electricidad, sin olvidar su enorme valor cultural para las comunidades y su contribución al turismo, precisó.
El oficial de Proyecto del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco mencionó como una medida concreta e impostergable la disminución de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
Otras acciones importantes tienen que ver con la investigación científica y la preparación con planes de reducción del riesgo de catástrofes, en particular para las comunidades locales, las más afectadas por el deshielo.
Vemos que la mayoría de los sitios del patrimonio mundial con glaciares carecen de esos planes, señaló el experto, quien consideró además la necesidad de contar con un marco jurídico y legislativo enfocado en preservar esas formaciones, tal y como existe para el agua y los bosques.
El informe de la Unesco recoge igualmente el llamado a la creación de un fondo internacional para la vigilancia y la preservación de los glaciares, iniciativa que Carvalho Resende ponderó, al recordar que los países concernidos no tienen los mismos recursos financieros para lidiar con el reto.
Según el ente multilateral, sucumbirán por el cambio climático los últimos glaciares del patrimonio mundial africano, como los del Parque Nacional de Kilimanjaro y del Monte Kenya; los Pirineos Monte Perdido (Francia, España); los del Tien-Shan occidental (Kazajstán, Kirguistán y Uzbekistán) y los de los parques nacionales de Yellowstone y Yosemite (Estados Unidos).
Asimismo, están condenadas a la desaparición irreversible en América Latina las masas de hielo de los parques nacionales de los Alerces (Argentina) y de Huascarán (Perú).
Carvalho Resende comentó a Prensa Latina que el estudio es el más completo de los desarrollados en los glaciares del patrimonio mundial, y advirtió que para el 2100 se perderían para siempre la mitad de esas formaciones.
Cada año, esos glaciares pierden un promedio de 58 mil millones de toneladas de hielo, lo cual equivale al consumo anual de agua de España y Francia juntas, explicó.
El llamado del experto no es derrotista, todo lo contrario, es una convocatoria a la esperanza a través de la acción.
mem/wmr