Bastan 48 horas de celebración y desenfreno coincidentes con un fin de semana del segundo mes del año para quedar marcado para siempre con la idea de que tanta belleza no cabe en cinco sentidos.
Espectáculos únicos a lo largo de cuatro kilómetros constituyen las más de 50 fraternidades folclóricas y hasta 10 mil músicos con sus complejas coreografías de alrededor de 20 bailes.
Periplo rítmico que concluye a los pies de la protectora de los mineros de Oruro, la Virgen del Socavón, a quien está dedicada esta fiesta y reina en una gigantesca escultura que corona una colina. Allí, los bailarines piden sus deseos a la “mamita patrona” y prometen danzar durante tres años consecutivos.
Quien al menos una vez capta a través de un lente una parte de estas tradiciones y saberes se sentirá privilegiado de conservar parasiempre un recuerdo de esta Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, como la denominó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
(Tomado del Semanario Orbe)