Un vocero de la organización SOS Humanity indicó en declaraciones divulgadas este domingo por el diario Il Messaggero que esperan que el Gobierno de Italia conceda el permiso a los restantes, en cumplimiento de lo previsto en las regulaciones regionales y leyes internacionales.
En las próximas horas debe atracar en el mismo puerto el barco de búsqueda y recate Geo Barents, de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF), el cual traslada a otros 572 migrantes.
Las autoridades italianas señalaron a MSF que también en este caso se evaluarán a las personas vulnerables a bordo de esa embarcación, a quienes se les podría autorizar que desembarquen.
El ministro del Interior de Italia, Matteo Piantedosi, ignoró hasta el momento las peticiones de puerto seguro y aplicó una política de puertos cerrados para los navíos de entidades humanitarias que operan en el Mediterráneo, que acusa de favorecer la inmigración ilegal.
Sin embargo el viernes último Piantedosi y el viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, firmaron un decreto según el cual el Gobierno de este país acepta acoger únicamente a los rescatados más vulnerables o con problemas de salud.
Los restantes inmigrantes, en su mayoría hombres, deben permanecer a bordo de las embarcaciones a las que se les obligará a abandonar el espacio marítimo italiano, una decisión muy criticada incluso por autoridades de la Unión Europea (UE), agrega la fuente.
Otras dos naves humanitarias, el Rise Above, de bandera germana, con 93 personas a bordo y el noruego Ocean Viking, de SOS Méditerranée con otros 234 inmigrantes permanecen frente a Catania, fuera del límite de 12 millas, esperando los permisos necesarios para llegar a ese puerto.
Italia demanda que Alemania y Noruega se responsabilicen con la acogida de estos inmigrantes y reclama un acuerdo de la UE para una redistribución de los mismos en el continente.
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