Tras la realización de dos caravanas desde el pasado 26 de octubre, el ministro interino de Asuntos Sociales, Héctor Al-Hajjar, alentó a los países a respaldar el regreso de los ciudadanos sirios a su país de manera voluntaria y segura.
El titular insistió en la necesidad de propiciar un proceso de retorno con una garantía sirio-libanesa, en un mecanismo que inicia con el registro de sus nombres en la Seguridad General y luego el proceso de verificación de las autoridades de Damasco.
Según explicó a la prensa Al-Hajjar, algunos de los desplazados vienen en el momento de la salida de los transportes sin estar en las listas y no podemos aceptar enviar a ninguno ciudadano hasta recibir la aprobación siria.
Alrededor de 330 personas partieron ayer de Líbano hacia sus pueblos con la autorización de llevar lo que deseen y luego de procesar archivos de seguridad con los nombres de quienes deseaban regresar.
En este sentido, el director de la Seguridad General, Abbas Ibrahim, reafirmó que ningún sirio será obligado a retornar, pues el propósito es aliviar la carga sobre el Estado libanés.
Fuentes ministeriales de seguimiento confirman que el camino del retorno voluntario continúa en las próximas semanas y el número de solicitudes presentadas aumenta a diario, pero el asunto necesita una mayor coordinación entre los servicios de seguridad libaneses y sirios.
De acuerdo con datos oficiales, cerca de 540 mil sirios regresaron voluntariamente a su país desde suelo libanés con el comienzo del plan de retorno en 2017.
Entidades de Naciones Unidas refieren que nueve de cada 10 refugiados de Siria viven en la extrema pobreza en diferentes comunidades de acogida en Líbano, ante la dificultad para pagar la electricidad, el agua, la educación, salud y alimentación.
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