Subrayó que la seguridad energética y alimentaria se han convertido en prioridades importantes en los programas de trabajo de los Estados, y destacó que el mundo tiene una gran necesidad de este tipo de conferencias para encontrar soluciones globales al problema del cambio climático.
El ministro señaló que su Gobierno tiene una visión clara y una estrategia nacional para estabilizar a la población en sus lugares a través de mecanismos compensatorios, y que comenzó a hacer esfuerzos más serios en este sentido.
Por su parte, el presidente de Iraq, Abdul Latif Jamal Rashid, alertó que el cambio climático es una amenaza global.
En un mensaje en la red social Twitter, el mandatario recordó que su nación es una de las más afectadas y sus repercusiones son la sequía, desertificación y escasez de agua.
Rashid aseguró que trabajarán con socios y amigos en la COP27 para abordar los problemas ambientales y restaurar la vida en los ríos, granjas y bosques de Iraq para las generaciones futuras.
El ministro de Medio Ambiente advirtió que esa nación árabe presencia un impacto en la disminución sin precedentes de la tasa de precipitaciones y el importante deterioro de las tierras cultivables, así como el aumento de las tasas de desertificación y de las tormentas de polvo.
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