En un comunicado conjunto especificaron que el objetivo es lograr nuevos cultivos capaces de adaptarse a los efectos del cambio climático en la Tierra.
Las semillas enviadas al espacio incluyen la arabidopsis y el sorgo, un grano que se emplea en la alimentación humana y animal, que estarán expuestas tanto dentro como fuera de la Estación Espacial Internacional durante aproximadamente tres meses a las condiciones que prevalecen en el espacio, principalmente microgravedad, una mezcla compleja de radiación cósmica y temperaturas extremadamente bajas.
Luego retornarán a la Tierra para ser examinadas por científicos de ambos organismos, “para comprender mejor las mutaciones de las plantas inducidas en el espacio”, además de “identificar nuevas variedades” que se adapten al cambio climático, citó la nota.
En opinión del director general de la FAO, Qu Dongyu, millones de pequeños productores de alimentos necesitan urgentemente semillas resistentes y de alta calidad adaptadas a unas condiciones de cultivo cada vez más difíciles.
Por su parte, el director general del OIEA, Rafael Grossi, manifestó la esperanza de que “este experimento produzca avances: resultados que compartamos libremente con los científicos y nuevos cultivos que ayuden a los agricultores a adaptarse al cambio climático e impulsar el suministro de alimentos”.
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