Tarrant utilizó un arsenal de armas semiautomáticas para atacar a los fieles que oraban en dos mezquitas en marzo de 2019 y transmitió la matanza en vivo.
Sus víctimas fueron todos musulmanes, incluyendo niños, mujeres y ancianos.
Tarrant se declaró culpable de 51 cargos de asesinato y 40 de tentativa de asesinato y fue sentenciado a cadena perpetua sin opción de salida condicional.
«Fue presentada una apelación contra las condenas y sentencia», aseguró este martes la vocera de la oficina del presidente de la Corte Suprema, Liz Kennedy.
Durante su sentencia en agosto de 2020, el juez Cameron Mander dijo que impuso la sanción más severa posible contra las acciones «inhumanas» de Tarrant.
El abogado de Tarrant, Tony Ellis, expresó que su cliente estaba bajo coacción y «decidió que lo más sencillo era declararse culpable».
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