Las colonias israelíes están destruyendo la naturaleza, agotando los recursos, incluido el agua, y arrojando desechos sólidos y peligrosos en tierras palestinas, alertó el jefe de gobierno al intervenir en la 27 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebra en esta ciudad egipcia.
Destacó que la ocupación destruyó más 2,5 millones de árboles desde 1967, incluidos 800 mil olivos.
Shtayyeh advirtió que el mar Muerto, un lago salado que recibe las aguas del río Jordán, va rumbo a desaparecer debido a su agotamiento por el uso sin control de la vecina nación.
Mediante su sistema colonial, Israel extrae recursos palestinos por valor de 41 mil millones de dólares anuales, subrayó.
Explicó que los israelíes consumen tres veces más agua que los palestinos, y detalló que estos últimos enfrentan un déficit de 135 millones de metros cúbicos del líquido cada año.
El primer ministro afirmó que el mundo todavía está lejos del objetivo establecido por la Conferencia de París de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados.
Al igual que numerosos dignatarios de países subdesarrollados, el jefe de gobierno palestino aseguró que se necesitan más fondos de las naciones ricas para enfrentar el flagelo.
La energía renovable requiere infraestructura, recordó Shtayyeh, quien consideró que la financiación de los países industrializados debe ser un problema ético y una responsabilidad colectiva.
El mundo enfrenta realidades climáticas mortales como inundaciones, sequías, incendios y huracanes, que son una cuestión de vida o muerte para todos, concluyó.
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