«Gal Costa fue una de las mayores cantantes del mundo, una de nuestras principales artistas, y llevó el nombre y los sonidos de Brasil a todo el planeta», escribió Lula en la red social Twitter.
Ponderó que «su talento, técnica y osadía enriqueció y renovó nuestra cultura, animó y marcó la vida de millones de brasileños».
La pérdida de la reputada artista fue confirmada por su asesoría de prensa, la cual precisó que descansaba de los conciertos tras someterse a una cirugía para extirpar un nódulo en la fosa nasal derecha. Aún se desconocen las causas de su fallecimiento.
Ella estaba de gira con el espectáculo «Las varias puntas de una estrella», en el que recordaba grandes éxitos de la década de 1980 del cancionero popular de la Música Popular Brasileña (MPB).
Bien recibido por el público y la crítica, este espectáculo hizo que la agenda de la cantora se agitara después de la pandemia de Covid-19.
El estreno tuvo lugar en Sao Paulo, en octubre del año pasado. Además de presentarse en el gigante suramericano, Costa entró en la programación de varios festivales y aún tenía una gira por Europa prevista para noviembre, pero también fue cancelada a causa de la cirugía.
Maria da Graça Costa Penna Burgos, verdadero nombre de la intérprete, nació el 26 de septiembre de 1945 en Salvador, capital del estado de Bahía (nordeste) y fue la voz de clásicos de la MPB como «Baby», «Mi nombre es Gal», «Lluvia de Plata», «Mi bien, mi mal», «Perla Negra» y «Barato total».
Fueron 57 años de carrera, iniciada en 1965, cuando presentó músicas inéditas de Caetano Veloso y Gilberto Gil.
Todavía era Maria da Graça cuando lanzó «Yo vine de Bahía», samba de Gil sobre el origen de la cantante y del compositor.
Tres años después, vino otro clásico: «Baby», de Veloso. La canción fue hecha para Maria Bethânia, pero Costa la lanzó en disco y la proyectó en el álbum-manifiesto de la Tropicália (movimiento cultural brasileño de la segunda mitad de la década de 1960).
«Divino maravilloso» (de Gil y Caetano) fue otra de la fase tropicalista. En ese periodo siguió mezclando estilos.
Durante la campaña electoral de Lula, quien derrotó en urnas el 30 de octubre al mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, Costa respaldó con su voz al exdirigente obrero y siempre afloró una admiración mutua.
ro/ocs