“Como dicen nuestros mayores, llueve mucho o poco, y esto afecta de manera directa a nuestros pueblos, a las mujeres y a los jóvenes”, afirmó al intervenir en el panel Matriz Energética Mundial y Alternativas Ancestrales de Pueblos Indígenas, evento paralelo que acontece en el pabellón dedicado a las poblaciones aborígenes.
Choque recordó que la dominación colonial obstaculizó la transmisión y las aplicaciones de conocimientos tradicionales.
A manera de ejemplo se refirió a diversas formas de soberanía alimentaria heredadas de las culturas ancestrales y que hoy constituyen una eficaz respuesta a la crisis climática.
“Por ejemplo, el chuño, es la papa que, por la influencia del frío, el viento y el sol, se deshidrata y es parte del plato tradicional en las diferentes comidas de nuestros pueblos”, comentó.
La expresidenta del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia sostuvo que este producto natural puede guardarse en buenas condiciones hasta 50 años y constituye parte de la soberanía alimentaria de los pueblos indígenas.
Indicó que la carne de llama, también de manera deshidratada, se convierte en el llamado charque, que igualmente asegura la alimentación no solo de los pueblos indígenas, pues ya es parte del mundo, de la humanidad.
En esa enumeración incluyó a la quinua, que hoy es parte de la mesa internacional.
“Resulta necesario entonces -sostuvo Choque-, señalar cómo en nuestros pueblos por el sistema colonial fueron truncados conocimientos alternativos útiles para el vivir bien”.
Elogió la capacidad de las poblaciones aborígenes para prevenir y responder a los efectos del cambio climático.
Choque destacó que los pueblos indígenas gracias a sus experiencias de vida, a la riqueza cultural y a su forma de ser preservaron todos esos conocimientos y tradiciones, pese a todo el proceso colonial, la discriminación y el desarraigo sufrido durante siglos.
“Continuamos pidiendo permiso a la Madre Tierra para la producción, ofrendando y agradeciendo por todo lo que nos da”, concluyó Choque su intervención.
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