Para que se disfrute de la libertad religiosa, el Estado debe crear las condiciones para ello, crear una sensación de seguridad y libertad, indicó Ziobro.
Según él, en 2009-2015, la oficina del fiscal abrió 163 casos de insultos a los sentimientos religiosos, pero en 2015-2021 ya se registraban dos mil 435 casos de este tipo y de ataques al clero.
Esto es una evidencia de algo y no se puede cerrar los ojos al pretender que no hay problemas, que no crece una ola de agresión contra quienes siguen su fe, aseveró el ministro polaco.
De acuerdo con él, se trata de proteger no solo la fe cristiana, que es la más extendida en Polonia, sino también otras – el judaísmo, el islam.
Anteriormente, Marcin Warhol, portavoz del gobierno sobre derechos humanos, enfatizó que últimamente los cristianos han sido cada vez más perseguidos.
Warhol explicó que los ciudadanos polacos constantemente se enfrentan a la discriminación, ridiculización, profanación de iglesias e interrupciones de los servicios religiosos.
Los datos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa lo confirman claramente: un 70 por ciento más en comparación con el año anterior, concluyó Warhol.
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